Acompañamiento a jóvenes y a adolescentes
¿Qué es la adolescencia y la primera juventud?
La adolescencia y la primera juventud son, posiblemente, las etapas más complicadas de transitar en el desarrollo de una persona.
La adolescencia y la juventud se convierten en las primeras etapas de búsqueda de la propia identidad. Este hecho pide una ruptura con la infancia donde la separación con el entorno de seguridad de los padres y la familia para buscar la propia identidad es un hecho indispensable.
¿Por qué son etapas complejas de transitar?
En estas etapas se crea un desajuste de ritmos vitales entre las diferentes partes que habitan en el adolescente y el/la joven:
- El cuerpo físico ya está prácticamente desarrollado creando la sensación de que "ya soy mayor".
- La mente tiene la necesidad de descubrimiento, libertad y reafirmación del yo.
- La emoción todavía busca la protección de la infancia sin haber tenido la experiencia vital suficiente para la autogestión.
Esta diversidad de ritmos entre las partes del adolescente y el/la joven hace que en estas etapas aparezcan momentos de mucha vulnerabilidad de la persona en la que un buen acompañamiento emocional es muy importante.
¿Qué influencia tiene el entorno?
El grupo de iguales y la sociedad se convierten en el laboratorio de experimentación a través del cual se forma la personalidad con la que el/la joven y el adolescente se mostrará en el mundo adulto.
El/la adolescente y el/la joven en la autoexploración de su yo siguen mirando (aunque con más distancia) a sus adultos de referencia, buscando los límites que les aportan seguridad, unos límites puestos desde la presencia, el amor y el cuidado.
El movimiento de transgresión hacia su sistema es un movimiento sano y necesario por el paso de etapa que el/la adolescente y el/la joven vive. Hay que poner la máxima atención para que esta transgresión esté acompañada de comprensión, reflexión, presencia y estructura de seguridad.
¿Qué dificultades se pueden presentar en la adolescencia y en la primera juventud?
Vivimos en una sociedad acelerada, exigente y de constantes cambios. La excesiva presión académica y preocupación por el futuro laboral genera mucho malestar tanto a nivel emocional como físico y mental. Este malestar nos dificulta la relación con los demás y con nosotros mismos.
En definitiva, una realidad exigente y un futuro incierto son los ingredientes diarios de los adolescentes y jóvenes de las generaciones actuales.
A todo esto, que no es poco, se añaden a menudo otras variables que condicionan el bienestar del adolescente o joven, como:
- Cambios en el formato familiar: separaciones, divorcios, familias reconstituidas o enlazadas, etc.
- Dificultades de relación con hermanos, amigos, adultos de referencia, etc.
- Dificultades de autoestima y autoimagen.
- Adopción: búsqueda de sus orígenes, de nuevos miembros de la familia, etc.
- Cambios de país, cultura, lengua, amigos, etc.
- Aparición de traumas infantiles por abuso, violencia, ausencia de figuras parentales, etc.
- Inicio en la sexualidad: definición de la orientación, primeras experiencias, etc.
- Procesos de duelos, enfermedades o pérdidas repentinas.
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